lunes, 28 de septiembre de 2015

Yeczabel Molina: “La repostera venezolana es echada pa’ adelante”

Le falta poco para ser chef egresada de la Academia de ArtesCulinarias de Caracas (AACC). Valora muchísimo el arte de crear y confeccionar postres y tortas, por lo que espera sacarle provecho y establecer su propio negocio

Fotografía: por Joana Gomes
La joven entró al mundo gastronómico porque quiso probar con una carrera que le había llamado la atención, no tanto al principio, pero que luego se enamoró por completo.
Asegura que lo más satisfactorio de vender sus postres es “el saber que tiene clientes fieles que valoran tu trabajo” aseguró. Espera muy pronto abrir un negocio, en el cual que se evoque lo casero y lo tradicional.
—¿Cómo entraste al mundo de la repostería?
Nosotros vemos muchas materias en la AACC, pero la que adoré desde el principio fue pastelería. Además ya había hecho cursos de tortas antes de entrar y ya venía trayendo ese gusto por crear dulces.
—¿Desde cuándo consideraste este oficio como un negocio?
Desde que estaba entrando al segundo año de estudiar en la AACC. Empecé a vender cupcakes  durante dos meses, luego entre los estudios y las pasantías no pude seguir. Pero, se le ve ganancia.
—¿Cómo es ese proceso en casa?
Es complicado, no es lo mismo de trabajar en una cocina equipada con un gran horno que trabajar en casa. Tengo una batidora pequeña y las mezclas se hacen en  dos o tres partes.
Busco la receta en internet, si veo que puedo hacerla me animo. La repito varias veces hasta encontrar la perfección, pues en la cocina los conocimientos se logran es con la práctica. Además, en la repostería no se resuelve, pues todo es exacto. Si te equivocaste debes volver a empezar.
—¿Esperas abrir tu negocio?
SÍ.  Yo quiero un café pequeño, reservado, con un toque casero, vintage,  en el cual tenga dos áreas de comida y de dulces, todos preparados por mi, por supuesto. Quiero que sea un lugar sencillo, pero que se sientan los clientes a gusto.
—¿Tienes clientes fieles?
Sí, siempre me están llamando para preguntar si he hecho alguno de los postres, pues a veces me pierdo un poco, pero vuelvo porque los clientes me lo exigen y no hay nada más satisfactorio que ellos te tengan como referente para comprar tus dulces. Eso es positivo porque al suceder esto estamos construyendo una marca.
—¿Qué mensaje quieres compartir con aquellas que aún  no lo han considerado como un negocio?
¡Inténtelo!, no se pongan a pensar en el país o la situación si es caro o no. Entiendo que es un poco difícil, pero si tú amas este oficio, todo es posible. Tratas de conseguir los ingredientes, buscas la receta perfecta o verificas cómo crear sustitutos de otras, en fin… ¡El que quiere, puede!
—¿Cómo es la repostera emprendedora venezolana?
Echada pa’ adelante. Si no consigue lo busca, lo inventa. Le pregunta a todo el mundo cómo se hacen las cosas que no se consiguen. No se quedan en el aparato. Debe entregar su pedido, y así se acueste a las tres de la mañana para dejarlo perfecto, lo hace porque le apasiona su trabajo.

Entrevista realizada por: Robianna Parra

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