Sé que este post es distinto con respecto a la temática del blog, pero realmente quisiera compartir con ustedes mi infinito agradecimiento por el apoyo recibido.
Si bien Azúcar a Medio Palo es un Trabajo de Grado, para mí significó mucho más que eso, pues fue un hermoso proyecto que tomó forma gracias a la ayuda de muchísimas personas.
Confieso que cuando inicié el proceso estaba preocupada, pues exigía competencias que no dominaba del todo, pero gracias a Dios, en el camino aparecieron las personas correctas para orientarme y crear conmigo todos los materiales que necesitaba mi tesis y, poco a poco, darle vida a la idea que tenía sobre Azúcar a Medio Palo.
De antemano pido disculpa porque me saltaré algunas normativas del manual de estilo de redacción, pero debo dar las gracias como se debe. #SorryButNotSorry
Robianna Parra
Robianna Parra
Agradecimientos
"El camino es duro y pedregoso, pero debes continuar. Siempre", R.P
***
A Dios Todopoderoso, su tiempo es
perfecto.
A la Madre Milagrosa, por siempre estar
conmigo.
A todos esos seres de luz, recordándome
que nunca he estado sola. Cada paso lo he dado junto a ustedes.
A mis padres, por confiar en mí desde
que comencé esta aventura. Por darme la oportunidad de partir para cristalizar
un sueño. Mamá, agradezco tu paciencia y tus palabras, pues me dieron mucha
fuerza para continuar durante el camino. Gracias por acompañarme en los
desvelos, alegrías, tristezas y decepciones. Por tus consejos, en especial, por
recordarme siempre que las puertas se abren con trabajo y esfuerzo. Papá,
gracias por enseñarme que el nombre se forja con dedicación. Gracias por ser mi
lector fiel durante todo este tiempo. Aprecio cada una de tus críticas, pues sé
que me exiges para siempre dar lo mejor. Ustedes son mi inspiración, mis
pilares. A pesar de encontrarnos lejos, supimos romper la distancia y
enfrentamos juntos todas las dificultades. Hoy podemos decir que valió la pena.
¡Lo logramos!
A Patricia Guzmán, mi apreciada
profesora, agradezco al destino por encontrármela en la mención. Mil gracias
por cada uno de sus amables consejos, por sus palabras de aliento para
continuar, en especial, cuando percibí que se aproximaba lo injusto. Me recordó
mantener mi esencia y ser fiel a mi misma. Usted es un ser maravilloso, se
merece siempre lo mejor. Siempre.
A Marielba Núñez, gracias por recibirme
con los brazos abiertos y una sonrisa cuando me acercaba a pedir su ayuda.
Gracias por soportar mis ocurrencias. Pero, en especial, gracias por estar
pendiente y guiarme también con mi tesis.
A María Carolina Urbina y Ricardo
Tavares, por ser los primeros en creer en este proyecto. Me mostraron el valor
que guardaba mi tesis. Mil gracias por cada una de sus asesorías, de sus
indicaciones oportunas, pues sin sus recomendaciones no hubiese podido avanzar
durante el proceso.
A Jacqueline Millán, por ayudarme con la
parte metodológica. Profesora, gracias por no juzgarme, sino por aclararme
aquello que no sabía dominar.
A todos los expertos: Rubén Rojas, Zinnia Martínez,
Serenella Rosas, Osvaldo Burgos, Mirelis Morales, Miguel Peña, Gustavo Márquez, Jean Manzano, Jesús Torrivilla, Aramis Rodríguez, Patricia Monteferrante y
Edwin Ojeda, por ayudarme a construir mi tesis. Disfruté cada una de las entrevistas.
Me enseñaron muchísimo.
A las jóvenes reposteras emprendedoras,
por apoyarme y tomar un sábado de su agenda para participar en los focus group. Perdónenme, pero era por
una buena causa.
A Marianna Pellitteri, por creer en mi
propuesta y ser la chef-pastelera oficial de Azúcar a Medio Palo. Gracias por
abrirme las puertas de tu casa, de tu trabajo y compartir tu pasión por el
mundo azucarado en mi tesis.
A mis amigas, Joana Gomes y Grecia
Hernández, por acompañarme en esto, por sentir esta tesis como suyas, por tenderme sus manos y sacar adelante el proyecto. Así como
agradezco mucho a sus compañeros, Javier Rey y Keddynn Sayago, pues también
aportaron de sus valiosos conocimientos para la creación del producto editorial
digital. Gracias por tener palabra de donde vengo eso se valora.
Aquellos que fueron indiferentes y se
hicieron a un lado, gracias. Ustedes no eran las personas indicadas para darle
vida a este proyecto. No los culpo, debían retirarse.
A usted, por cada una de sus acciones, por los obstáculos que sutilmente me dejaba por el camino, por su desinterés, por los cinco minutos, por la espera impuesta, por su actitud inane y, en especial, por sus palabras: "No te la pondré fácil". Igualmente, le agradezco. A pesar de su mal talante que mantuvo durante todo el proceso, usted me enseñó. Me retó, y con la gran ayuda de todas las personas que nombré anteriormente, superamos todas sus trabas. Aprendí a ser más fuerte y paciente. Resistí. Tarde o temprano, todo llega.
Créame, profesora, aprendí.
Termino los agradecimientos con una
frase que decía mi abuela para enfrentar cada reto de la vida. Estoy segura que
durante este proceso ella me la susurró para darme ímpetu y seguir adelante:
“Nieta tranquila. ¡Medio palo!”
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