jueves, 4 de agosto de 2016

Agradecimientos

¡Hola!

Sé que este post es distinto con respecto a la temática del blog, pero realmente quisiera compartir con ustedes mi infinito agradecimiento por el apoyo recibido. 

Si bien Azúcar a Medio Palo es un Trabajo de Grado, para mí significó mucho más que eso, pues fue un hermoso proyecto que tomó forma gracias a la ayuda de muchísimas personas.

Confieso que cuando inicié el proceso estaba preocupada, pues exigía competencias que no dominaba del todo, pero gracias a Dios, en el camino aparecieron las personas correctas para orientarme y crear conmigo todos los materiales que necesitaba mi tesis y, poco a poco, darle vida a la idea que tenía sobre Azúcar a Medio Palo.

De antemano pido disculpa porque me saltaré algunas normativas del manual de estilo de redacción, pero debo dar las gracias como se debe. #SorryButNotSorry

Robianna Parra

Agradecimientos 

"El camino es duro y pedregoso,  pero debes continuar.  Siempre", R.P

***

A Dios Todopoderoso, su tiempo es perfecto.
A la Madre Milagrosa, por siempre estar conmigo.
A todos esos seres de luz, recordándome que nunca he estado sola. Cada paso lo he dado junto a ustedes.
A mis padres, por confiar en mí desde que comencé esta aventura. Por darme la oportunidad de partir para cristalizar un sueño. Mamá, agradezco tu paciencia y tus palabras, pues me dieron mucha fuerza para continuar durante el camino. Gracias por acompañarme en los desvelos, alegrías, tristezas y decepciones. Por tus consejos, en especial, por recordarme siempre que las puertas se abren con trabajo y esfuerzo. Papá, gracias por enseñarme que el nombre se forja con dedicación. Gracias por ser mi lector fiel durante todo este tiempo. Aprecio cada una de tus críticas, pues sé que me exiges para siempre dar lo mejor. Ustedes son mi inspiración, mis pilares. A pesar de encontrarnos lejos, supimos romper la distancia y enfrentamos juntos todas las dificultades. Hoy podemos decir que valió la pena. ¡Lo logramos!
A Patricia Guzmán, mi apreciada profesora, agradezco al destino por encontrármela en la mención. Mil gracias por cada uno de sus amables consejos, por sus palabras de aliento para continuar, en especial, cuando percibí que se aproximaba lo injusto. Me recordó mantener mi esencia y ser fiel a mi misma. Usted es un ser maravilloso, se merece siempre lo mejor. Siempre.
A Marielba Núñez, gracias por recibirme con los brazos abiertos y una sonrisa cuando me acercaba a pedir su ayuda. Gracias por soportar mis ocurrencias. Pero, en especial, gracias por estar pendiente y guiarme también con mi tesis.
A María Carolina Urbina y Ricardo Tavares, por ser los primeros en creer en este proyecto. Me mostraron el valor que guardaba mi tesis. Mil gracias por cada una de sus asesorías, de sus indicaciones oportunas, pues sin sus recomendaciones no hubiese podido avanzar durante el proceso.  
A Jacqueline Millán, por ayudarme con la parte metodológica. Profesora, gracias por no juzgarme, sino por aclararme aquello que no sabía dominar.
A todos los expertos: Rubén Rojas, Zinnia Martínez, Serenella Rosas, Osvaldo Burgos, Mirelis Morales, Miguel Peña, Gustavo Márquez, Jean Manzano, Jesús Torrivilla, Aramis Rodríguez, Patricia Monteferrante y Edwin Ojeda, por ayudarme a construir mi tesis. Disfruté cada una de las entrevistas. Me enseñaron muchísimo.
A las jóvenes reposteras emprendedoras, por apoyarme y tomar un sábado de su agenda para participar en los focus group. Perdónenme, pero era por una buena causa.
A Marianna Pellitteri, por creer en mi propuesta y ser la chef-pastelera oficial de Azúcar a Medio Palo. Gracias por abrirme las puertas de tu casa, de tu trabajo y compartir tu pasión por el mundo azucarado en mi tesis.
A mis amigas, Joana Gomes y Grecia Hernández, por acompañarme en esto, por sentir esta tesis como suyas, por tenderme sus manos y sacar adelante el proyecto. Así como agradezco mucho a sus compañeros, Javier Rey y Keddynn Sayago, pues también aportaron de sus valiosos conocimientos para la creación del producto editorial digital. Gracias por tener palabra de donde vengo eso se valora.
Aquellos que fueron indiferentes y se hicieron a un lado, gracias. Ustedes no eran las personas indicadas para darle vida a este proyecto. No los culpo, debían retirarse. 
A usted, por cada una de sus acciones, por los obstáculos que sutilmente me dejaba por el camino, por su desinterés, por los cinco minutos, por la espera impuesta,  por su actitud inane y, en especial, por sus palabras: "No te la pondré fácil".  Igualmente, le agradezco. A pesar de su mal talante que mantuvo durante todo el proceso, usted me enseñó. Me retó, y con la gran ayuda de todas las personas que nombré anteriormente, superamos todas sus trabas. Aprendí a ser más fuerte y paciente. Resistí. Tarde o temprano, todo llega. 
Créame, profesora, aprendí.
Termino los agradecimientos con una frase que decía mi abuela para enfrentar cada reto de la vida. Estoy segura que durante este proceso ella me la susurró para darme ímpetu y seguir adelante:
 “Nieta tranquila. ¡Medio palo!”


lunes, 9 de mayo de 2016

Postres franceses con un toque venezolano

Esta entrevista fue realizada por la redactora del portal web Buzzfeed Español, Daniela Cadena. Compartimos este material pues exalta el éxito que ha tenido la repostera venezolana, MaríaFernanda Avendaño. La merideña aseguró que todo empezó con una KichenAid rosada y sus ganas de elaborar el perfecto macaron con un ligero sabor venezolano. Ha tenido tanto éxito que el año pasado abrió dos tiendas en Mérida. Cada día suma nuevos clientes y espera seguir expandiendo su negocio por todo el país.
Vainilla abrió sus puertas en Mérida el 18 de diciembre del 2015, después de crear una clientela leal que compraba por encargo. Lo diferente y peculiar de esta repostería, es que toman clásicos de la cocina francesa, y les dan un toque venezolano
Fotografías: vía Instagram
Edición: por Robianna Parra
¿Desde hace cuánto te dedicas a esto?
Desde hace 3 años después de vivir en Europa un tiempo, allá fue donde conocí los macarons y quedé enamorada.

¿Por qué macarons?
Cuando estuve viviendo en Europa, me di cuenta que los macarons eran famosos en toda Francia y me sorprendió no saber qué eran ni haberlos visto aquí en Venezuela.
Cuando volví me propuse investigar todo sobre ellos y aprenderlos a hacer de forma exitosa. Estuve casi un año probando recetas distintas, hasta que llegué a la que utilizó hoy en día. Realmente fue a base de ensayo y error que logré perfeccionar la receta. Inclusive creo que a medida que hago más, aprendo cosas nuevas que no sabía de ellos.

¿Dónde encuentras las recetas?
He leído muchísimas recetas, voy probándolas y algunas las modifico de acuerdo a lo que me gusta más. Lo que más me ayudó fue conocer y aprender las recetas básicas de la pastelería francesa y al dominar todo eso poco a poco he podido ir creando recetas con ingredientes que conseguimos aquí.

¿Has inventado recetas?
Creo que inventar una receta es un tema complicado porque todo se basa en recetas que ya están establecidas. Pero luego de conocer la pastelería básica sí he podido lograr modificaciones a mi gusto que, aunque no puedo decir que son de mi autoría, sí tienen una parte de mí.

¿Qué es lo más cómico que te ha pasado mientras pruebas una receta nueva?
Tengo dos historias muy cómicas, hace un año estaba horneando macarons y olvidé poner la temperatura correcta (los macarons se hornean a una temperatura muy bajita), cuando volví a sacarlos estaban como unos carboncitos, no sabía si llorar o reírme.
Hace un mes exactamente estaba probando una receta nueva y no calculé bien las proporciones de la receta, fue caótico ¡jaja! tuve que cambiar dos veces de batidora porque se me regó toda la mezcla, terminé batiendo una parte a mano. Salieron seis tortas, fue demasiado gracioso ver que no me pasó por la mente que un litro de claras podían hacer tanto desastre.
Las tortas quedaron divinas al final y todo el mundo se fue con un pedazo gigante.

En un mundo ideal, ¿quiénes serían tus clientes fijos?
Oh, ¡jaja! Me encantaría que Mia Astral y Sascha Fitness fueran mis clientas. Sascha ya los probó hace poco, y creo que ese ha sido mi logro más grande, ya que hice que su cheat meal fuera un macaron.
Leonardo Dicaprio es mi amor platónico desde que tengo doce años, creo que podría morir si lo viera entrando a Vainilla.
Por supuesto Pierre Hermé, él es el Picasso de la pastelería, sería un honor tenerlo aquí y que probara todos los macarons.

¿Te afecta la escasez en Venezuela?
Mantener cualquier negocio ahorita es muy complicado, teniendo en cuenta que el 80% de mis insumos están regulados y los otros no llegan por temas de importación.
Nos afecta mucho, antes usaba Oreo americana, luego cambiamos a la tradicional que era la que se conseguía y ahora solo nos queda la reserva. Inclusive conseguir chocolate es difícil, tratamos de utilizar las frutas de la temporada, pero hemos dejado de hacer algunos postres por temas de escasez.

¿Venden solo en la tienda?
Despachamos al público en nuestras dos tiendas y hacemos envíos a casi todas las ciudades de Venezuela

¿Tienes algún plan de expandir tu negocio?
Tenemos varios planes a futuro: el primero es convertir la tienda en una franquicia, sería un sueño hecho realidad verlas en toda Latinoamérica. Por otra parte me gustaría estudiar pastelería para ampliar mis conocimientos, y por último un libro de recetas de Vainilla.

Si desea realizar pedidos, puede visitar:
Correo electrónico: macaronsvainilla@gmail.com
Dirección: Vainilla Macarons & Alta Repostería. Entrada Urb. Belensate C.C. La Hacienda C.C. Pie De Monte. (Pedidos en Mérida, Venezuela)
Entrevista realizada por: Daniela Cadena

Antonella Urbina: “La repostera venezolana se toma en serio su oficio”

La joven merideña es una emprendedora que desde hace pocos meses ha incursionado en el mundo de la repostería. Asegura que decidió conocer más sobre el oficio para generar una entrada de dinero extra y así poder costear parte de su formación académica

Fotografía: por Robianna Parra

Antonella Urbina es estudiante para tripulante de cabina en Caracas. Confiesa que sus estudios demandan gastos necesarios, por lo que decidió emprender un negocio. Su primera opción no fue elaborar dulces, debido a la situación del país; pero, a pesar de ello, decidió reunir los ingredientes básicos para hornear muffins sencillos. “Estaba clara que no tenía suficiente experiencia en esto, por lo que escogí algo simple y seguro”, comentó.

Piensa que tomó una buena decisión en comenzar con algo pequeño, pues su objetivo era elaborar dulces sencillos, pero con excelente sabor y textura. “Busqué muchas recetas y encontré un blog que ofrecía muffins de diferentes sabores. Realicé el básico, seguí todos los pasos y quedo tal cual”, aseguró.

—Conoces la situación de escasez que enfrenta el país, ¿por qué decidiste tomar este oficio para crear un negocio y no otro?
Sí, sé perfectamente que los productos no se consiguen, principalmente la harina de trigo leudante. Además, sé que el cartón de huevo está súper caro. ¡Y no hablemos de la mantequilla! Pero, el muffin o la magdalena es un ponqué que resuelve perfectamente una merienda. Mata el antojo. Calma un poco el hambre y la gente va a pagar por algo que llene el estómago. Por eso decidí emprender en el área gastronómica, considero que allí hay una entrada de dinero segura, sobre todo, si ofreces un producto de calidad.

—¿Cómo aprendiste?
Busqué en Google varios blogs sobre repostería y llegué a uno que ofrecía recetas de muffins. Las explicaciones eran muy precisas y me pareció perfecto empezar con algo básico. No es mi intención hacer tortas y postres elaborados. No tengo tiempo, por lo que aposté por algo sencillo. Recuerdo que a la quinta vez fue cuando me quedó decente el ponqué. No se quemó, no se hundió, tampoco estaba crudo. Pero, cuando vi que había quedado bien su textura y sabor, supe que ya había dominado la receta.

—¿Ha sido difícil entender algunos términos?
Un poco. Pero, con solo preguntarle a Google salgo de duda. (Risas)

—¿Se podría decir que el Internet se volvió tu aliado principal?
Totalmente. Todas las recetas las busco por Internet. Nada de libros o revistas. Ahora, no todos los blogs ofrecen recetas óptimas, pues algunas no están bien explicadas o no se ajustan a la situación del país. Pero, en mi caso, para no complicarme decidí trabajar solo con muffins y así no tener que buscar tantos sustitutos al momento de elaborar postres.
Siempre me ha gustado irme por lo seguro. A pesar de tener poco tiempo en el negocio, ya tengo un grupo de personas que esperan mi producto. Cuando sucedió esto me sentí orgullosa, pues logré el objetivo. Estoy trabajando en algo que me beneficia y además me satisface.

—¿Entonces sí ha dado buenos resultados?
Sí. Gracias a esta entrada de dinero he podido aligerar un poco los gastos, principalmente, los de mi formación académica. No me puedo quejar.

—¿Qué sabores ofreces?
Muffins de vainilla, chisps, marmoleados, arequipe, zanahoria, piña, limón, calabaza y queso. Pero, pienso incluir algo vegano en mi línea de producción. (Risas)

—¿Esperas más adelante elaborar otros postres además de muffins?
Si la situación del país mejora, sí. Del resto, prefiero reinventar los muffins, seguir agregando otros sabores y frutas. No me interesa hacer cupcakes. No soy muy partidaria de decorarlos con tanto dulce y colorantes. No me parece saludable. Además, el glaseado o la decoración en sí hace que busques otros ingredientes que, lo más probable, estén escasos y toque buscar los benditos sustitutos.

—¿Te ves continuando en el oficio a futuro?
No me lo he planteado. Esto es algo transitorio. Mi idea principal es costear mis estudios y lo he logrado. Ahora, no sé qué me depare el futuro, pero no veo mal la idea levantar un negocio. Todo es posible.

—¿Cómo describes a la repostera venezolana emprendedora?
Una persona comprometida. La repostera venezolana se toma en serio su oficio. Esto es un trabajo, en el cual hay que ser responsable. Trabajamos con alimentos, debemos tener cuidado con lo que manejamos, por lo que siempre debemos optar por producir postres de calidad.                                      
Entrevista realizada por: Robianna Parra